Despliegue Plegable Contenido
¿Tu bebé tiene problemas digestivos? Muchos padres se preocupan cuando sus pequeños muestran molestias tras consumir leche. Surge la duda si es intolerancia a la lactosa o alergia a las proteínas de la leche. Aunque a menudo se confunden, son diferentes. Es vital distinguir entre ambas para ofrecer el mejor cuidado a tu bebé. Aquí te explicamos cómo reconocer y diferenciar estas dos condiciones.
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La intolerancia a la lactosa ocurre cuando el cuerpo no digiere bien el azúcar de la leche. Los síntomas comunes incluyen dolor abdominal y gases. Esto suele aparecer porque el intestino carece de una enzima llamada lactasa. Sin embargo, en bebés, esta condición es menos frecuente que en adultos.
¿Cómo reconocer la alergia a las proteínas de la leche?
Por otro lado, la alergia a las proteínas de la leche implica una respuesta anormal del sistema inmunológico. Esto puede provocar urticaria, vómitos e incluso dificultades respiratorias. Esta alergia es más común en lactantes que en niños mayores y suele diagnosticarse en el primer año de vida.
Diferencias clave entre ambas condiciones
- Causa: La intolerancia es un problema digestivo; la alergia, una respuesta inmunitaria.
- Síntomas: La intolerancia genera molestias digestivas; la alergia puede ser más severa.
- Tratamiento: La intolerancia a menudo requiere cambios dietéticos. La alergia puede necesitar atención médica y evitar completamente la leche.
¿Qué hacer si sospechas alguna de estas condiciones?
Consulta con un pediatra si observas síntomas en tu bebé. Un especialista puede realizar pruebas para determinar si hay intolerancia o alergia. Mientras tanto, considera cambiar a fórmulas especiales hipoalergénicas. Mantén un diario de alimentos y síntomas para ayudar al médico en el diagnóstico.
Tener un bebé con molestias alimentarias puede ser angustiante. Sin embargo, con la información correcta, puedes manejar la situación. Entender las diferencias entre la intolerancia y la alergia te permitirá cuidar mejor de tu hijo. La salud de tu bebé es primordial, y estar bien informado es el primer paso.